El Bitcoin y cualquier otra criptomoneda emitida estos últimos años comenzarán a ser reguladas por la legislación europea.
Esta decisión viene ante las habituales preocupaciones sobre el uso de estos métodos de pago para blanquear dinero y su imposibilidad de fiscalizar en forma de impuestos, el impacto energético que de forma creciente tiene la actividad de “mineria” para crear más unidades de dichas criptomonedas, que se estaría convirtiendo en una actividad altamente contaminante debido a los recursos que se necesitan para ello.
Así como lo hizo China y otros países del continente asiático, parece que la Unión Europea va a ser la próxima institución en establecer una férrea regulación sobre su circulación. La obligación de identificarse antes de comprar o vender criptomoneda sería la principal medida que se estaría estudiando, algo que facilitaría el rastreo de dinero y operaciones, ideal para imponer impuestos al Bitcoin, algo que algunos países pretenden pero que es difícil de conseguir.